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23,51 €"Las normas jurÃdicas, aunque fueran moralmente inicuas, continuarÃan (en la medida en que este punto está en juego) siendo normas jurÃdicas. La única diferencia que traerÃa aparejada la aceptación de este punto de vista acerca de la naturaleza de los juicios morales, serÃa que la iniquidad moral de tales normas es algo que puede ser demostrado; de una proposición acerca de lo que la regla exige que se haga se inferirÃa que la regla es moralmente mala y que por lo tanto no debiera ser derecho, o a la inversa, que es moralmente buena y que debiera ser derecho. Pero la demostración de esto no probarÃa que la regla no es, o es, derecho. La prueba de que los principios por cuyo medio aprobamos o desaprobamos las leyes son racionalmente descubribles y no constituyen meros ôfiats de la voluntadö, deja intacto el hecho de que hay normas jurÃdicas que pueden contener cualquier grado de iniquidad o de torpeza y, no obstante ello, ser normas jurÃdicas. Y a la inversa, que hay reglas que gozan de todas las calificaciones morales para ser normas jurÃdicas y que sin embargo, no lo son. En ningún sistema jurÃdico el alca