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16,06 €La diligente sartén ha corrido a ocultarse en el lugar más recóndito de la alacena. La cocina ha quedado limpia y ordenada, los ventanales abiertos han dejado marchar los tibios aromas que permanecÃan todavÃa en el ambiente. El efÃmero convite ha quedado en el recuerdo y los invitados regresan a sus casas, comentando, entre dimes y diretes, los pormenores de la fiesta. En el cubo de la basura apenas quedan algunos camafeos y los restos incomibles dispuestos para ser reciclados. En el frigorÃfico alguna lata abierta que será consumida, en dÃas sucesivos, por el cocinero, en sus desayunos creativos.
El azulado mandil, inmaculado de manchas, descansa sus aleteos y quehaceres en un hermoso patio florido de abigarrados colores, y plumas derramadas, a la espera del próximo banquete.