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15,20 €La mayorÃa de nuestros contemporáneos lo ignoran todo acerca de la acedia. Pocos son los que saben que es a ella a la que la tradición ha identificado con el famoso «demonio del mediodÃa», temido por los que están sufriendo la famosa «crisis de los cuarenta». Ahora bien, aunque el término acedia haya sido olvidado, sin embargo, el problema que encubre no ha desaparecido. Bastará con que nos sumerjamos en los deliciosos textos de los primeros monjes del desierto para darnos cuenta de ello. La propia expresión de «demonio del mediodÃa» habrÃa de despertar en nosotros un estado de vigilia. En efecto, por lo general, el demonio está asociado a la noche y no al pleno dÃa. ¿No serÃa, precisa¡ mente, ese carácter inesperado del demonio que ataca en pleno dÃa el aspecto que harÃa de la acedia un mal especialmente temible? Si bien el sol del mediodÃa lo baña todo con su luz resplandeciente, la acedia, como mal oscuro, invade el corazón de aquel ser humano al que ataca, en la penumbra del hastÃo y en la noche de la desesperanza.